jueves, 9 de abril de 2015

Nuevos daltónicos

El daltonismo consiste en la dificultad para distinguir el rojo del verde. La capacidad del ojo de percibir el color depende de 3 genes, cada uno de los cuales codifica un color básico (azul, verde y rojo). El que codifica el azul es autosómico; los otros dos están ligados al X. Dicho gen es recesivo, por eso se da la enfermedad de manera más habitual en los hombres que en las mujeres.
Desde hace un tiempo para acá, más o menos desde el 25 de mayo de 2014, ha aparecido un daltonismo nuevo, que implica la dificultad para distinguir el color magenta del naranja. Al principio, pensé que al igual que la antigua versión, sería una enfermedad genética, marcada por una mutación en un gen. En seguida me di cuenta que en este caso, no se trataba de una modificación en los genes ligados al sexo, puesto que afectaba por igual a hombres y mujeres. Entonces me puse a estudiar si se trataba de un alelo dominante (mucho más peligroso) o recesivo (una moda pasajera). Esto me llevó a darme cuenta de algo importante... no se trataba de una enfermedad congénita.

La enfermedad congénita es aquella que padece el paciente desde su nacimiento, sin embargo, estas nuevos daltónicos parecían diferenciar perfectamente ambos colores hasta un momento dado, en el cual surgían los síntomas de repente, en ocasiones sin previo aviso.
Estaba claro entonces que se debía a una mutación surgida durante la vida del individuo. Analicemos entonces qué fuerzas evolutivas existen en la naturaleza, qué mutágeno puede estar detrás de este cambio radical en la vida de estos organismos:

  • Químicos. Se trata de compuestos químicos capaces de alterar estructuras del ADN de forma brusca, como el ácido nitroso o brominas. Para que éste agente fuese el culpable de esta mutación, los individuos afectados por ella deben haber estado en contacto directo con él, pero si observamos las profesiones de cada uno de ellos no encontramos un elemento común: hay actores, escritores, carniceros, administrativos, dependientes, profesores, médicos y un largo etc.
  • Físicos. En este caso hablamos de radiaciones que pueden alterar la secuencia y estructura del ADN. Pueden haber sido radiados todos a la vez en algún momento en el que hayan coincidido todos juntos, puesto que la probabilidad de que dos mutaciones se den a la vez en dos puntos distintos y provoquen el mismo efecto es prácticamente nula. Entonces desechamos también esta teoría.
  • Biológicos. Existe una clase de microorganismos que pueden penetrar en las células alterando su ADN: los virus. Esto explicaría por qué a cada uno le afecta de distinta manera la enfermedad, por qué se ha extendido a sitios tan diversos y lejanos y por qué una persona que parece sana hoy, mañana presenta este daltonismo de manera exacerbada.
¿Y cómo actúan los virus? Los virus son parásitos intracelulares, que no tienen actividad biológica propia, por lo que necesitan apropiarse de la maquinaria metabólica de su huésped para poder reproducirse e infectar otras células continuas. Estos organismos se fijan a las células, inyectan su ácido nucleico y dominan la célula desde dentro. Una vez dentro, pueden pasar largos periodos en letargo, escondidos, hasta que un día se produce un estímulo externo y salen a la luz.
Pero este virus no sólo provoca la dificultad de distinguir dos colores tan distintos como el magenta y el naranja, si no que además provoca todo un cuadro confusional en los individuos infectados:
  • Se confunden términos como democrático y autoritario. Si pierden una votación sobre la continuidad o no de alguien, de manera más que manifiesta (2 de cada 3 votos a favor de dicha continuidad) se empeñan en decir que es un movimiento autoritario de esa persona en particular que quiere aferrarse al puesto a toda costa.
  • No terminan de distinguir bien lo que es una derrota democrática de una victoria. Resulta que si en unas elecciones internas, en las que se presentan daltónicos por un lado y no daltónicos por otro, no obtienen el respaldo de la mayoría para conseguir su propósito, no se dan por aludidos y siguen como si se les hubieran dado la razón.
  • Aumento de la fiebre interna o egocentrismo, al olvidarse del bien común y atender únicamente a sus intereses. Traicionan la confianza depositada en ellos por cientos de afiliados y simpatizantes hace meses, ahora que los resultados y las encuestas no vaticinan nada bueno, en busca de una entrada privilegiada en otros grupos. Pudieron decidir no presentarse a primarias...quizás no estaban infectados aún o quizás, simplemente, fue una estrategia premeditada.
  • En casos graves se ha observado la aparición del síndrome de Tourette, soltando injurias, insultos y palabrotas sin control.
  • Algo que distingue este nuevo daltonismo del antiguo, es que los daltónicos tradicionales conocen y asumen su problema. Estos individuos por el contrario se creen que los equivocados son los demás.
Las personas más susceptibles a contagiar la enfermedad son: las que no encuentran su sitio en el grupo al que pertenecen, las que ven peligrar su silla institucional, las que aspiraban a mucho y temen que vayan a lograr poco o nada, las que la mayoría no han dejado que impusieran su ley, etc.
Queda claro que es una enfermedad grave, capaz de acabar con un partido desde dentro. Actualmente UPyD está grave, casi moribundo. Pero tenemos ejemplos cercanos de enfermos prácticamente desahuciados que consiguen superar la enfermedad, como por ejemplo Teresa Romero.
El sistema inmunitario del partido ha tardado mucho en reaccionar, pensando que era un simple catarro, puesto que la enfermedad se había ocultado hábilmente en sus entrañas. Pero ahora es cuando comienza la verdadera lucha por la supervivencia. Esperemos que la médula espinal del partido, centro neurálgico de las defensas inmunes, sepan ver que hay que pasar del "paracetamol y mucha agua" a los sueros, las vacunas e incluso la extirpación de órganos insalvables.
Está por ver quién vencerá, si el virus imponiendo su mutación, o la fuerza interna de unos ideales firmes e inmutables. Lo que está claro, es que el mayor damnificado es el partido, sus bases y afiliados, sus candidatos que ven apagarse irremediablemente un trabajo realizado durante meses o incluso años.
Las personas que han actuado de esta manera, únicamente han pensado es sí mismos, en su futuro al margen del grupo, en hacerse un hueco en esta nueva perspectiva política. En esas personas jamás confiaré, y como yo muchos otros, quizás incluso la mayoría...nos veremos en el CEX.

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